Hace un par de semanas hice un
viaje con mis compañeros de universidad, estuvimos por la bella selva puneña.
Viajar siempre me pone contenta, me llena de energía e ideas, muchas ideas. Cuyo
Cuyo (Sandia) fue nuestro destino, el primer día visitamos un poco del pueblo y
por supuesto buscamos un hospedaje. La mayoría de estos están ubicados en el
Jr. Ramon Castilla, una de las calles aledañas a la plaza principal. Es así que
tuvimos que hospedarnos en dos lugares diferentes, de mera casualidad me toco
hospedarme en el hotel “Kory Qoyllur” del Sr. Pablo Ademir Mamani Ccori. Una de
las personas mas interesantes que conocí durante mi viaje. Entonces confirme
una vez más que los emprendedores están por todos lados haciendo con pasión lo
que les gusta.
El profesor Ademir como lo
conocen todos allá, es docente de ciencia, tecnología y ambiente del colegio
secundario “Carlos Oquendo de Amat”. Viene de una familia de destacados artistas
y aunque él no se considere uno. Me cuenta que siempre se inclinó al arte por
medio del folckore. El Sr. Ademir tiene múltiples aficiones como: coleccionar
recuerdos y artesanías de los lugares a los que visita; le gusta también las
plantas y hacer injertos con ellas; confecciona trajes típicos y tiene un
profundo cariño por su cultura y tradición.
Este hospedaje no surge como una
idea de negocio, pues en los inicios solo había habilitado un par de
habitaciones para acoger a algunos amigos que venían de diferentes partes del
Perú. Con motivo de querer conocer más de su tierra y su cultura. Pues Cuyo
Cuyo y la selva puneña tienen mucho que mostrar paisajes hermosos, andenerías milenarias
y un terreno que se presta perfectamente para hacer deporte de aventura.
Entonces nace “Kory Qoyllur” que
es la mezcla del nombre de su hija y el de apellido de su madre. Como cualquier
otro hospedaje cuenta con habitaciones simples, dobles y matrimoniales. Cómodas,
limpias y con los servicios básicos. Un detalle interesante es que el Sr.
Ademir ha puesto en práctica sus aficiones en este hospedaje. Por ejemplo, el
patio es un pedacito de selva, donde hay floresta, flores y como toda vegetación
siempre atrae a pequeños animalitos que quieren vivir en armonía con la
naturaleza. Además, el Sr. Ademir ha fabricado su propia gruta, me cuenta que
los pajaritos vienen a tomar agua y una que otra vez lo visitan las abuelitas
del pueblo porque quieren escuchar el sonido del agua. Por otro lado, el patio
es como un mini museo donde hay recuerdos de la selva puneña y de otros lugares
que visito. Hay mucho que ver y mucho por lo que preguntar, a lo que el Sr. Ademir
siempre es muy amable y atento a responder preguntas. En su estudio tiene pequeñas
miniaturas de las principales danzas de Cuyo Cuyo con las que gano un premio de
emprendimiento. Y al tener la tienda de trajes, les da la opción a algunos viajeros
de vestir la ropa originaria de Cuyo Cuyo, todo un honor porque estos trajes
son un manifestación artística y cultural muy valiosa.
Las lecciones:
1. Viaja y se observador como el Sr. Ademir, viajar te ayuda a ampliar tus horizontes, tus ideas y rescatar lo mejor para aplicarlo en tu negocio.
2. Fusiona lo que te gusta con lo que te de dinero, entonces tendrás un proyecto original.
3. Bríndale la mejor experiencia a tu cliente, responde sus preguntas y asegúrate que se lleve una buena experiencia. Y entonces veras el efecto multiplicador.
A minutos de irme me tome esta foto, muy encantada de la experiencia que Cuyo Cuyo me dejo y de conocer otro emprendedor apasionado más. Así que cuando viajen para allá, no se olviden de visitar el hospedaje “Kory Qoyllur” y al Sr. Ademir Mamani.